Desde hace ya algún
tiempo su Iglesia Gloriosa s deseado caminar en el ESPÍRITU, porque al leer
varios pasajes en las Sagradas Escrituras encontramos pasajes como estos:
Apo 1:10 Yo fui en el Espíritu en el día del Señor, y oí
detrás de mí una gran voz, como de trompeta,
Hch 6:3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete
varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes
pongamos sobre este trabajo.
Hch 6:4 Y nosotros persistiremos en la oración, y en
el ministerio de la palabra.
Hch 6:5 Y lo dicho agradó a toda la multitud; y eligieron a
Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, y a Prócoro, y a
Nicanor, y a Timón, y a Parmenas, y a Nicolás, un prosélito de Antioquía.
Hch 8:5 Entonces Felipe descendió a la ciudad de
Samaria, y les predicaba a Cristo.
Hch 8:6 Y el pueblo, unánime, escuchaba atentamente las cosas
que decía Felipe, (oyendo y viendo los milagros que hacía.)
Hch 8:7 (Porque espíritus inmundos, dando grandes
voces, salían de muchos poseídos;)
(y muchos
paralíticos y cojos eran sanados.)
Hch 8:8 Y había gran gozo en aquella ciudad.
Hch 8:9 Pero había un hombre llamado Simón, el cual
había ejercido la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de
Samaria, diciéndose ser algún grande.
Hch 8:10 A éste oían atentamente todos, desde el más
pequeño hasta el más grande, diciendo: Éste es el gran poder de Dios.
Hch 8:11 Y le estaban atentos, porque con sus artes
mágicas los había hechizado mucho tiempo.
Hch 8:12 Pero
cuando creyeron a Felipe, que les predicaba acerca del reino de Dios y el
nombre de Jesucristo, fueron bautizados, así hombres como mujeres.
Hch 8:13 Entonces Simón mismo también creyó, y cuando fue bautizado, permaneció
con Felipe,
y viendo las
maravillas y grandes milagros que se hacían, estaba
atónito.
Hch 8:14 Y los apóstoles que estaban en Jerusalén, habiendo oído
que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan;
Hch 8:15 quienes, habiendo descendido, oraron por ellos para que
recibiesen el Espíritu Santo;
Hch 8:16 porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos,
sino que solamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Hch 8:17 Entonces les impusieron las manos, y recibieron el
Espíritu Santo.
Hch 8:18 Y cuando vio Simón
que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo,
les ofreció dinero,
Hch 8:19 diciendo: Dadme
también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos,
reciba el Espíritu Santo.
Hch 8:20 Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque
has pensado que el don de Dios se adquiere con dinero.
Hch 8:21 No tienes tú ni parte ni suerte en este
asunto; porque tu corazón no es recto delante de Dios.
Hch 8:22 Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y
ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón.
Hch 8:23 Porque en
hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.
Hch 8:24 Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad
vosotros por mí al Señor, que ninguna de estas cosas que habéis dicho, venga
sobre mí.
Hch 8:25 Y ellos, habiendo testificado y predicado la palabra del
Señor, se volvieron a Jerusalén, y en muchas aldeas de los samaritanos
predicaron el evangelio.
Hch 8:26 Y el ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate
y ve hacia el sur, al camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es
desierto.
Hch 8:27 Entonces él se levantó, y fue. Y he aquí un etíope,
eunuco, hombre de gran autoridad bajo Candace reina de los etíopes, el cual
estaba a cargo de todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar,
Hch 8:28 regresaba, y sentado en su carro, leía el
profeta Isaías.
Hch 8:29 Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a este
carro.
Hch 8:30 Y corriendo Felipe hacia
él, le oyó que leía el profeta Isaías, y le dijo: ¿Entiendes lo que lees?
Hch 8:31 Y dijo: ¿Cómo
podré, a no ser que alguien me enseñe? Y rogó a Felipe que subiese y se sentase
con él.
Hch 8:32 Y el lugar de la
Escritura que leía era éste: Como oveja fue llevado al matadero; y como cordero
mudo delante del trasquilador, así no abrió su boca.
Hch 8:33 En su humillación
su juicio fue quitado: Mas su generación, ¿quién la contará? Porque es
quitada de la tierra su vida.
Hch 8:34 Y respondiendo el
eunuco a Felipe, dijo: Te ruego ¿de quién dice el profeta esto? ¿De sí mismo, o
de algún otro?
Hch 8:35 Entonces Felipe,
abriendo su boca, y comenzando desde esta Escritura, le predicó el evangelio de
Jesús.
Hch 8:36 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua; y dijo el
eunuco: He aquí agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?
Hch 8:37 Y Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y
él respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
Hch 8:38 Y mandó detener el carro; y descendieron
ambos al agua, Felipe y el eunuco; y le bautizó.
Hch 8:39 Y cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor
arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y gozoso, siguió su
camino.
Hch 8:40 Pero Felipe se halló en Azoto; y pasando,
predicaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea.
El Apóstol Juan dijo: Yo fui en el Espíritu; este es mi
más profundo deseo, estar, caminar, actuar conforme al Espíritu me guie, y
enseñe.
Los apóstoles dijeron que buscaran 7 varones
llenos de fe y del Espíritu y fueron los buscaron, los encontraron y los
llevaron a los apóstoles, o sea que es visible al hombre conocer o ver las
personas que han recibido el Espíritu Santo.
A Felipe el Espíritu le dio una orden la cumplió
y fue arrebatado, llevado, o transportado a otro lugar por el Espíritu.
Este hombre también hacia maravillas expulsando espíritus
inmundos, sanando paralíticos, y muchas otras enfermedades.
Pero los que creyeron por medio de él no
recibieron el Espíritu Santo.
Según las Sagradas Escrituras solo los Apóstoles tenían
esta gran virtud.
Pero según las Sagradas Escrituras hay otras
manera, o forma de recibir el Espíritu Santo, que las veremos a lo largo y ancho
de este pasaje.
Pero antes de continuar
tomemos la dirección divina Iluminados por el Espiritu veamos.
Jua 17:17 Santifícalos en tu verdad: Tu palabra es verdad.
Jua 17:18 Como tú me
enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
Jua 17:19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también
ellos sean santificados en la verdad.
Jua 17:20 Y no ruego solamente por éstos, sino también por los que
han de creer en mí por la palabra de ellos.
Jua 17:21 Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en
mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para
que el mundo crea que tú me enviaste.
Jua 17:22 Y la gloria que me diste, yo les he dado; para que
sean uno, como nosotros somos uno.
Jua 17:23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfeccionados en
uno; y para que el mundo conozca que tú
me enviaste, y que los has amado como también a mí me has amado.
Según este pasaje todos somos Santificados en la
verdad por medio del Señor Jesucristo y todos seremos uno, y uno con él, así
que todos somos iguales, (No hay mejores)
¿Por qué hay diferencia de personas en las diferentes congregaciones?
Pensamos que hay una razón y se encuentra en el Evangelio según San Marcos
veamos.
Mar 7:1 Entonces se juntaron a Él los fariseos, y
ciertos de los escribas, que habían venido de Jerusalén.
Mar 7:2 Y cuando vieron a algunos de sus discípulos
comer pan con manos inmundas, es decir, no lavadas, los condenaban.
Mar 7:3 Porque los fariseos y todos los judíos,
guardando la tradición de los ancianos, si muchas veces no se lavan las manos,
no comen.
Mar 7:4 Y volviendo
del mercado, si no se lavan, no comen. Y muchas otras cosas hay que han
recibido para guardar, como el lavar las copas, los jarros, los vasos de
bronce, y las mesas.
Mar 7:5 Entonces los fariseos y los escribas le
preguntaron: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los
ancianos, sino que comen pan sin lavarse las manos?
Mar 7:6 Y respondiendo Él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está
escrito: Este pueblo de labios me honra, pero su corazón lejos está de mí.
Mar 7:7 Pero
en vano me honra, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.
Mar 7:8 Porque
haciendo a un lado el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los
hombres; el lavamiento de jarros, de copas; y hacéis muchas otras cosas
semejantes.
Mar 7:9 Y les decía: Bien
invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.
Mar 7:10 Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que
maldijere a su padre o a su madre, muera de muerte.
Mar 7:11 Pero
vosotros decís: Si un hombre dice a su padre o a su madre: Es corbán (que
quiere decir, mi ofrenda) todo aquello con que pudiera ayudarte; quedará libre,
Mar 7:12 y no le
dejáis hacer más por su padre o por su madre,
Mar 7:13 invalidando
la palabra de Dios por vuestra tradición que disteis. Y muchas cosas hacéis
semejantes a éstas.
1Co 2:1 Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para
predicaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de
sabiduría.
1Co 2:2 Pues me propuse no saber otra cosa entre
vosotros, sino a Jesucristo, y a Éste crucificado.
1Co 2:3 Y estuve con vosotros en flaqueza, y mucho
temor y temblor;
1Co 2:4 y mi palabra y mi predicación no fue con palabras
persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder;
1Co 2:5 para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de
los hombres, sino
en el poder de Dios.
Una muy buena y oportuna exhortación, para
aprender a escuchar la voz Dios o su Santo Espíritu, que nos enseña con amor.
1Co 2:9 Antes, como está escrito: Ojo no ha visto, ni oído ha
escuchado, ni han subido en corazón de hombre, las cosas que Dios ha preparado
para los que le aman.
1Co 2:10 Pero Dios nos las
reveló a nosotros por su Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo
profundo de Dios.
1Co 2:11 Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre,
sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoce las cosas
de Dios, sino el Espíritu de Dios.
1Co 2:12 Y nosotros hemos
recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para que conozcamos lo
que Dios nos ha dado;
1Co 2:13 lo cual también hablamos, no con palabras que
enseña la humana sabiduría, sino con las que enseña el Espíritu Santo, acomodando lo
espiritual a lo espiritual.
1Co 2:14 Pero el hombre
natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son
locura; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
1Co 2:15 Pero el que es espiritual juzga todas las cosas; mas él
no es juzgado por nadie.
1Co 2:16 Porque ¿quién conoció la mente del Señor, para que le
instruyese? Más nosotros tenemos la mente de Cristo.
Nosotros en Cristo
Jesús recibimos el Espíritu Santo, para ser enseñados por Él, está muy claro en
las Escrituras; 1 Jn 2:27; aprendemos a acomodar los espiritual a lo espiritual,
pero desafortunadamente por lo general el hombre busca que el hombre le enseñe
y esa es la razón del caos que estamos viviendo, sectas y más sectas.
El hombre busca fuera
de él
El hombre en si no sabe
quién es, ni de dónde vino, y menos para donde va.
Pero decimos: Él mismo
constituyo a unos Profetas, a otros Apóstoles, pastores y maestros.
Esto es real, pero
estos hombres fueron enseñados por Dios mismo para perfeccionar a los Santos,
para la obra que se les asigno.
Nos es difícil, aceptar
que debemos ser enseñados por el Espíritu Santo.
Veamos algunos pasajes
que nos orientan un poco más.
Rom 3:5 Y si nuestra injusticia encarece la justicia
de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (Hablo como hombre.)
Rom 3:6 ¡En ninguna manera! De otro modo, ¿cómo
juzgaría Dios al mundo?
Rom 3:7 Pero si por mi mentira la verdad de Dios
abundó para su gloria, ¿por qué aún soy juzgado como pecador?
Rom 3:8 ¿Y por qué no decir (como
somos difamados, y algunos afirman que decimos): Hagamos males para que
vengan bienes? La condenación de los cuales es justa.
Rom 3:9 ¿Qué, pues? ¿Somos mejores que ellos? En ninguna manera; porque ya hemos
acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.
Rom 3:10 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno.
Rom 3:11 No hay quien entienda, no hay quien busque a
Dios.
Rom 3:12 Todos se desviaron del camino, a una se
hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Rom 3:13 Sepulcro abierto es su garganta; con su
lengua engañan, veneno de áspides hay debajo de sus labios;
Rom 3:14 cuya boca está
llena de maldición y de amargura;
Rom 3:15 sus pies, prestos para derramar sangre;
Rom 3:16 destrucción y miseria hay en sus caminos;
Rom 3:17 y el camino de paz no han conocido.
Rom 3:18 No hay temor de Dios delante de sus ojos.
Pablo
dice: Hablo como hombre.
También
dice somos difamados, por hombres,
Esto
nos da una pauta, de la diferencia de hablar en el Espíritu, o hablar como
hombre.
En
el Espíritu se habla Iluminados, con cordura, amor, paz, se trasmite felicidad,
gozo, se edifica, para crecer espiritualmente, y como resultado la conciliación
con el Señor y los hombres.
Pero
como hombres, juzgamos, censuramos, criticamos, señalamos, difamamos, acusamos.
Observemos
en el pasaje siguiente algo que marca la diferencia.
Rom 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan
conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Rom 8:2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha
librado de la ley del pecado y de la muerte.
Rom 8:3 Porque lo que era
imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado
y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
Rom 8:4 para
que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a
la carne, sino conforme al Espíritu.
Rom 8:5 Porque los que son de
la carne, en las cosas de la carne piensan; pero los que son del Espíritu, en
las cosas del Espíritu.
Rom 8:6 Porque la mente
carnal es muerte, pero la mente espiritual, vida y paz:
Rom 8:7 Porque la mente
carnal es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios,
ni tampoco puede.
Rom 8:8 Así que, los que
están en la carne no pueden agradar a Dios.
Rom 8:9 Más vosotros no
estáis en la carne, sino en el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora
en vosotros. Y
si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él.
Esto
muestra con mucha facilidad la diferencia de hombres espirituales y los hombres
que viven según la carne.
Por
esto les fue tan fácil encontrar los 7 discípulos llenos del Espíritu, por la
enorme diferencia de unos a otros.
Es
lamentable saber que muchas personas no saben que el Espíritu de Cristo mora en
su interior, y algunas que lo saben obran de tal manera que parece que no
supieran que el Señor mora en su corazón.
Bueno
pero como dice la escritura si alguno no tiene el Espíritu de Él no es de Él,
total los que no saben y los que saben pero obran según la carne no son de Él.
Porque
las obras del Espíritu son.
Gál 5:22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
benignidad, bondad, fe,
Gál 5:23 mansedumbre,
templanza; contra tales cosas no hay ley.
Gál 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la
carne con sus pasiones y concupiscencias.
Gál 5:25 Si vivimos en el Espíritu, andemos también en el
Espíritu.
Rom 8:10 Y si
Cristo está en vosotros,
El cuerpo a la verdad está
muerto a causa del pecado,
Pero el Espíritu vive a causa de la justicia.
Rom 8:11 Y si el Espíritu de Aquél que levantó de los muertos a
Jesús mora en vosotros, el que levantó a Cristo de entre los muertos,
vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en
vosotros.
Rom 8:12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la
carne, para que vivamos conforme a la carne.
Rom 8:13 Porque si vivís
conforme a la carne, moriréis,
más
si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
Rom 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de
Dios, los tales son hijos de Dios.
Rom 8:15 Porque no habéis
recibido el espíritu de servidumbre para estar otra vez en temor,
sino que habéis recibido el Espíritu de adopción, por el
cual clamamos: Abba Padre.
Rom 8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu que
somos hijos de Dios.
Tenemos frente a
nosotros mismos una lucha entre la carne y el Espíritu, lo cual deseamos vencer
la carne, (Nuestro YO) para vivir una vida espiritual al máximo, pero pasamos
por alto el versículo 13, que nos dice que tenemos un arma poderosa, para hacer
morir las obras de la carne, y que somos nosotros quien las hacemos morir;
claro con el Glorioso Poder del Espíritu Santo.
Pero puede surgir una
duda sobre si tenemos, o no el Espíritu Santo veamos tres formas de recibir el
Espíritu Santo, también algunas que encontramos en el Antiguo Testamento.
1ª
Luc 11:9 Y yo os digo: Pedid,
y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Luc 11:10 Porque todo aquel que
pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
Luc 11:11 ¿Y quién de vosotros,
siendo padre, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si pescado, en
lugar de pescado, le dará una serpiente?
Luc 11:12 ¿O si le pide un
huevo, le dará un escorpión?
Luc 11:13 Pues si vosotros,
siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre celestial
dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?
2ª
Hch 2:36 Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de
Israel, que a este Jesús que vosotros crucificasteis,
Dios le ha hecho Señor y Cristo.
Hch 2:37 Y al oír esto,
se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones
hermanos, ¿qué haremos?
Hch 2:38 Entonces Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada
uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados;
y recibiréis el don del Espíritu
Santo.
Hch 2:39 Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros
hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios
llamare.
Hch 2:40 Y con otras muchas palabras testificaba y
exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
3ª
Efe 1:13 En el cual también confiasteis vosotros,
Habiendo oído la
palabra de verdad,
El evangelio de vuestra salvación;
En quien también, desde que creísteis,
Fuisteis
sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
De seguro se encuentran
muchas formas de recibirlo, pero considero que con estas tres formas es
suficiente para creer, pero veamos en el antiguo testamento también como se
podía recibir el Espíritu Santo.
1ª
Núm 11:16 Entonces el Señor dijo a Moisés: Júntame setenta
varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y
sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de la congregación, y
esperen allí contigo.
Núm 11:17 Y yo descenderé y hablaré allí contigo; y tomaré del
espíritu que está en ti, y lo pondré en ellos; y llevarán
contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.
Estos hombres que recibieron el Glorioso Espíritu
de Dios fueron uno en ese entonces para juzgar el pueblo.
2ª
Pro 1:22 ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la
simpleza, y los burladores desearán el burlar, y los insensatos aborrecerán el
Conocimiento Revelado?
Pro 1:23 Volveos a mi reprensión: He aquí yo os
derramaré mi espíritu, y os haré saber mis palabras.
Llamo Dios a su pueblo para darles
su SANTO ESPÍRITU, para darles a conocer su Palabra, que es vida y vida eterna.
3ª
Eze 36:21 Pero
he tenido compasión por causa de mi santo nombre,
El cual
profanó la casa de Israel entre las naciones adonde fueron.
Eze 36:22 Por tanto, di a la casa de Israel: Así dice
el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de
mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las
naciones adonde habéis llegado.
Eze 36:23 Y santificaré mi grande nombre, el cual
fue profanado entre las naciones, el cual profanasteis vosotros en medio de
ellas; y sabrán las naciones que yo soy, dice el Señor, cuando yo sea
santificado en vosotros delante de sus ojos.
Eze 36:24 Y yo os tomaré de las naciones, y os reuniré
de todas las tierras, y os traeré a vuestro país.
Eze 36:25 Y rociaré sobre
vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de
todos vuestros ídolos os limpiaré.
Eze 36:26 Y os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro
de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un
corazón de carne.
Eze 36:27 Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que
andéis en mis mandamientos, y guardéis mis decretos y los pongáis por obra.
Se repite el llamado de DIOS al hombre
para darles el ESPÍRITU SANTO CON EL MISMO FIN, pero allí les muestra lo que
han hecho el peso de sus pecados.
Eze 36:28 Y habitaréis en la tierra que di a vuestros
padres; y
vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios.
Estas tres formas o
maneras de recibir el Espíritu Santo la tuvo Israel, pero según las Sagradas
Escrituras fueron pocos los que recibieron esta promesa, así hoy en día da
pesar, dolor saberlo pero es así; Jesús dijo: “Muchos son los llamados, mas
pocos los escogidos; Mt 20:16;”
Se dice que debemos ser
santos para que el Glorioso ESPÍRITU SANTO more en nosotros de ser así no tendríamos
que dar muerte al cuerpo del pecado por medio del…
Rom 8:13 Porque si vivís conforme a la carne,
moriréis, más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la
carne, viviréis.
Si nuestro corazón estuviera limpio no tendríamos
necesidad de llevar en cautiverio nuestro pensamiento a Dios.
2Co 10:3 Pues aunque andamos en la carne, no militamos
según la carne;
2Co 10:4 porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios
para la destrucción de fortalezas;
2Co 10:5 derribando argumentos y toda altivez que se
levanta contra el conocimiento de Dios, y trayendo cautivo todo pensamiento
a la obediencia de Cristo;
2Co 10:6 y
estando prestos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia
fuere perfecta.
Si nos amaramos nosotros mismos, no sería necesario derramar el
amor de Dios en nuestros corazones.
Rom 5:5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de
Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es
dado.
Es lamentable saber que aún vivimos según
la carne, pues actuamos conforme a ella, desconociendo que el Glorioso Espíritu
del Señor fue enviado para que nos enseñe a arrepentirnos de nuestras maldades.
Hch 3:22 Porque Moisés en verdad dijo a los padres: El
Señor vuestro Dios os levantará Profeta de vuestros hermanos, como yo; a Él
oiréis en todas las cosas que os hablare.
Hch 3:23 Y será, que toda alma que no oyere a aquel
Profeta, será desarraigada del pueblo.
Hch 3:24 Sí, y todos los profetas desde Samuel y en
adelante, cuantos han hablado, también han predicho estos días.
Hch 3:25 Vosotros sois los hijos de los profetas, y
del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: Y en tu
simiente serán benditas todas las familias de la tierra.
Hch 3:26 A vosotros primeramente, Dios, habiendo resucitado a su
Hijo Jesús, le envió para que os bendijese, al convertirse cada uno de su
maldad.
También
parece que ignoramos que El ESPÍRITU DE DIOS MORA EN NOSOTROS.
1Co 6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que está
en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no
sois vuestros?
1Co 6:20 Porque comprados sois por precio; glorificad, pues,
a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
1Co 3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en
vosotros?
1Jn 3:1 Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos
llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le
conoció a Él.
1Jn 3:2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha
manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Él apareciere, seremos
semejantes a Él, porque le veremos como Él es.
1Jn 3:3 Y cualquiera que tiene esta esperanza en Él, se purifica
a sí mismo, así como Él es puro.
1Jn 3:4 Cualquiera
que comete pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de
la ley.
1Jn 3:5 Y sabéis que Él apareció para quitar nuestros
pecados, y no hay pecado en Él.
1Jn 3:6 Todo aquel que permanece en Él, no peca; todo
aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.
1Jn 3:7 Hijitos, nadie os engañe; el que hace
justicia, es justo, como también Él es justo.
Gál 4:6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su
Hijo a vuestros corazones, el cual clama: Abba, Padre.
2Co 13:5 Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos
a vosotros mismos. ¿No os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en
vosotros, a menos que seáis reprobados?
¿Qué
pasa entonces?
Por
qué no vemos personas llenas del
ESPÍRITU SANTO
No
vemos que se cumpla la palabra del Señor cuando dijo así:
Jua 14:6 Jesús le dijo: Yo soy
el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Jua 14:7 Si me conocieseis,
también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
Jua 14:8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre, y
nos basta.
Jua 14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto
tiempo hace que estoy con vosotros, y aún no me has conocido, Felipe? El que me
ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos al Padre?
Jua 14:10 ¿No crees que yo soy
en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí
mismo; sino que el Padre que mora en mí, Él hace las obras.
Jua 14:11 Creedme que yo soy en
el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
Jua 14:12 De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, las
obras que yo hago él también las hará; y
mayores que éstas hará, porque yo voy a mi Padre.
Jua 14:13 Y todo lo que pidiereis en mi nombre, esto haré; para
que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Jua 14:14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
En este tiempo se
escucha decir que hay personas con el poder de sanar muchas enfermedades, y de
seguro que lo pueden hacer, pues así está escrito, pero como son pocos en unas
ciudades tan numerosas casi ni se nota.
Los dones que Dios ha
dado a sus hijos, no se ven mucho dado a la inmensa población, y también que
algunos engañadores, ponen velo de aturdimiento, para así oscurecer las
hermosas dadivas de Dios.
Pero regresemos al
inicio de este documento haciéndonos una pregunta.
¿Ha recibido usted el
ESPÍRITU SANTO?
¿Ya ha dado muerte al
ego o cuerpo del pecado, U OBRAS DE LA CARNE
por medio del ESPÍRITU SANTO?
¿Será capaz de andar en
el ESPÍRITU después de recibir tal conocimiento?
Miremos muy bien lo que
hacemos, no nos pase lo que dice Proverbios mejor veamos por nosotros mismos.
Pro 1:24 Porque llamé, y no quisisteis oír: Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese;
Pro 1:25 antes desechasteis todo consejo mío, y mi
reprensión no quisisteis:
Pro 1:26 También yo me reiré en vuestra calamidad, y
me burlaré cuando os viniere lo que teméis;
Pro 1:27 cuando viniere como una destrucción lo que
teméis, y vuestra calamidad llegare como un torbellino; cuando sobre vosotros
viniere tribulación y angustia.
Pro 1:28 Entonces me llamarán, y no responderé; me
buscarán de mañana, y no me hallarán;
Pro 1:29 por cuanto aborrecieron la sabiduría, y no
escogieron el temor de Altísimo Señor,
Pro 1:30 ni quisieron mi consejo, y menospreciaron
toda reprensión mía:
Pro 1:31 Por tanto comerán del fruto de su camino, y
serán hastiados de sus propios consejos.
Pro 1:32 Porque el descarrío de los ignorantes los
matará, y la prosperidad de los necios los echará a perder.
Pro 1:33 Más el que me oyere, habitará confiadamente,
y vivirá reposado, sin temor del mal.
Heb 10:15 Y el Espíritu Santo también nos da
testimonio; porque después que había dicho:
Heb 10:16 Éste es el
pacto que haré con ellos: Después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis
leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré;
Heb 10:17 y nunca más me acordaré de sus pecados e
iniquidades.
Heb 10:18 Pues donde hay remisión de éstos, no hay más
ofrenda por el pecado.
Heb 10:19 Así que, hermanos, teniendo libertad para
entrar en el lugar santísimo por la sangre de Jesús,
Heb 10:20 por el camino nuevo y vivo que Él nos
consagró a través del velo, esto es, por su carne;
Heb 10:21 y teniendo
un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
Heb 10:22 acerquémonos con corazón sincero, en plena
certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los
cuerpos con agua pura.
Heb 10:23 Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión
de nuestra fe; que fiel es el que prometió;
Heb 10:24 y considerémonos unos a otros para
provocarnos al amor y a las buenas obras;
Heb 10:25 no dejando nuestra congregación, como algunos
tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a
otros; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Heb 10:26 Porque si pecáremos
voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no
queda más sacrificio por el pecado,
Heb 10:27 sino una horrenda
expectación de juicio y hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
Heb 10:28 El que menospreciare
la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere sin ninguna
misericordia.
Heb 10:29 ¿De cuánto mayor
castigo pensáis que será digno, el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por
inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al
Espíritu de gracia?
Heb 10:30 Pues conocemos al que dijo: Mía es la
venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su
pueblo.
Heb 10:31 Horrenda cosa es
caer en manos del Dios vivo.
Heb 10:32 Pero traed a la memoria los días pasados, en
los cuales, después de haber sido iluminados, sufristeis gran combate de
aflicciones;
Heb 10:33 por una parte, ciertamente, con vituperios y
tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra parte fuisteis hechos
compañeros de los que han estado en igual situación.
Heb 10:34 Y os compadecisteis de mí en mis cadenas, y
el despojo de vuestros bienes padecisteis con gozo, sabiendo en vosotros que
tenéis una mejor y perdurable sustancia en los cielos.
Heb 10:35 No perdáis, pues, vuestra confianza, que
tiene grande galardón;
Heb 10:36 porque la paciencia os es necesaria; para que
habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
Heb 10:37 Porque aún un poco de tiempo, y el que ha de
venir vendrá, y no tardará.
Heb 10:38 Mas el justo vivirá por fe; y si
retrocediere, no agradará a mi alma.
Heb 10:39 Pero nosotros no somos de los que retroceden
para perdición, sino de los que creen para salvación del alma.
Todo
lo que usted ha leído y de seguro creído solo es el entorno de lo que pueda
apreciar en el siguiente versículo.
Heb 11:1 Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la
convicción de lo que no se ve.
Describa
la frase (CERTEZA)
Y
LUEGO BUSQUE EN SI MISMO/A
Que
es lo que usted espera.
Luego
describa la palabra
(CONVICCIÓN)
Y
LUEGO AÑADALE
LO
QUE NO SE VE.
FE
Al descifrar, o
comprender este versículo usted toma como hecho ser TEMPLO DE ESPÍRITU SANTO
CASA DEL DIOS VIVO.
MORADA DE CRISTO.
El gozo, la
felicidad embriagan su corazón,
Y vibran de emoción
su alma su espíritu y todo su ser.
Al andar en el
Espíritu, los sufrimiento dificultades y tormentos,
Parecen no existir.
Pablo preso
cantaba.
Pedro ultrajado
perseguido, predicaba.
Esteban maltratado
ultrajado y moribundo perdonaba.
Entonces cuando
creemos con absoluta certeza que el Espíritu Santo está en el corazón.
Él es quien nos
enseña.
Nuestro Maestro.
Compañero,
Consolador.
Él es en nosotros
la vida,
Eterna.
El camino a Cristo,
Y Cristo a la
Verdad,
Y la Verdad a la
vida,
Y la Vida al Padre,
Que está en Cristo
Jesús.
Para que también
nosotros estemos en Cristo, y Cristo en el Padre,
Para así formar una
unidad perfecta.
Dios los bendiga.
MARANATHA
Arcturo de Jesús
Siervos del Señor
Barranquilla, Sep 02/14