LA BENDICION DE LA OBEDIENCIA… Hoy en día las gentes solamente buscan de Dios cuando tienen problemas o necesidades, y lo triste es que muchos cristianos solo oran o piden oración cuando pasan por las pruebas sin perseverar en la obediencia, ni ofrendar continuamente sacrificios de alabanza. Sufrimos porque nos olvidarnos que hay un Dios bueno que escucha las oraciones de aquellos que buscan su Rostro tratando de hacer su voluntad. Por ello la mejor forma para que nos vaya bien y que estemos rodeados de bendiciones, es obedeciendo a Dios, reconociéndolo a todo momento porque dependemos totalmente de Él. Toma tu Biblia, prepara tu corazón y escudriña las Escrituras para recibir la enseñanza directa que Dios tiene para tu vida. A manera de introducción, deseo referirles el llamado que hiciera el Señor a su pueblo redimido a considerar sus estatutos y mandatos. Obediencia es la llave que abre las puertas de toda Bendición trayendo prosperidad, provisión y protección de parte de Dios. Caminar en obediencia nos dirige hacia la posición correcta. La obediencia es donde tenemos que estar parados por causa de la fe para recibir y trasmitir las bendiciones de Dios que van en aumento. La obediencia abre las puertas para el incremento sobrenatural. La única manera de manifestar la fe a través de nuestra vida es obedeciendo a la Palabra de Dios. Sin obediencia a la Palabra de Dios, la fe no tiene espacio para moverse. Dios lo demuestra a través de su Palabra una y otra vez. Las bendiciones de la obediencia son una promesa de Dios y nos garantizan paz, gozo y mucha prosperidad, además de una larga vida. Como Cristianos espirituales nuestra mente debe estar enfocada a la obediencia a Dios. Cada uno de nosotros hemos aprendido a través de los años que para alcanzar o adquirir algo tenemos que obedecer, demostremos obediencia a aquel que nos puede dar lo que buscamos. El camino a la obediencia trae o da gracia a nuestras vidas, y como cristianos nuestra obediencia debe a ser notoria a todos, siendo el Nombre de nuestro Señor Jesucristo exaltado. El término obediencia está relacionado con el acto de obedecer, es decir: de respetar, acatar y cumplir la voluntad de Dios. La obediencia es la verdadera prueba de nuestro amor por Cristo y el secreto para descubrir la voluntad de Dios en nuestra vida. La obediencia a Dios es mejor que todo sacrificio, la obediencia a Dios es la meta divina para aquellos que hemos sido regenerados y hechos nuevas criaturas en Cristo Jesús 1Pe1:22. La obediencia es una decisión del corazón humano, La obediencia es el resultado de amar a Dios. Juan 14:15 y 23, la obediencia es nuestro deber supremo. Juan enseña que es una prueba de que conocemos a Dios 1Juan 2.3-4, y Cristo dice que sólo así podemos ser sus amigos Juan 14.15;15.14. Salomón resumió nuestro deber de la siguiente manera: “El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre Eclesiastés 12.13. La obediencia es la actitud que lo invade todo y permite que las demás virtudes espirituales sean posibles. El comportamiento sin una actitud de obediencia no tiene sentido; la obediencia interna es mucho mejor que un acto externo de adoración 1S.15:22. Además, la obediencia nos lleva a las otras actitudes espirituales correctas. Todos los cristianos profesos están de acuerdo, por lo menos en teoría, que el deber de aquellos que llevan el nombre de Cristo es honrarle y glorificarle en este mundo. Pero, hay grandes diferencias de opinión con respecto a la manera de hacerlo, y a lo que se requiere para conseguirlo. Hay pocos que se dan cuenta que Cristo es honrado sólo cuando vivimos santamente en El, y esto, andando en sujeción a su voluntad revelada. El enemigo enseña a muchos hoy en día haciéndoles creer que confían en Dios para salvación en la obra consumada de Cristo, mientras que sus corazones permanecen sin cambiar y el yo gobierna sus vidas. Escucha la Palabra de Dios: "Lejos está de los impíos la salvación, porque no buscan tus estatutos" Salmo 119:155. Escudriñas con diligencia su Palabra para descubrir lo que Él ordena. La Desobediencia, ya sea haciendo lo que el Señor no ha dicho que hagamos
o no haciendo lo que nos ha ordenado hacer, es una acción que no es de Dios. No importa lo que hagamos, o las intenciones que podamos tener. Lo que importa es si lo que está hecho viene de la obediencia a Dios. La estrategia del enemigo es influenciamos para que desobedezcamos a Dios.
Guerreros de Dios
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