Amada
Iglesia de Dios en Jesucristo: Estamos viviendo tiempos muy difíciles, crisis
económicas, donde estamos observando la quiebra de muchas empresas en todos los
países del mundo, crisis políticas, guerras de hermanos contra hermanos, crisis
religiosas, donde vemos como se está manipulando y tergiversando la Sagrada
Palabra de Dios, la Biblia con fines económicos. Y qué decir de los estragos de
la naturaleza, causando desolación en el planeta tierra.
Todas las
Profecías en la Biblia sobre los tiempos finales se están cumpliendo de una
manera clara y contundente; nos estamos dirigiendo hacia la última batalla de
la historia de la humanidad el Armagedón. La mas tremenda de todas las
batallas, porque los resultados serán eternos. Estamos viendo con la luz del
Espíritu la manifestación final de los 4 Jinetes del Apocalipsis. Preparémonos
en santidad para oír las trompetas finales; el regreso de Jesús el Cristo, al
planeta tierra está muy próximo. El es el único que podrá con su amor y poder
establecer la verdadera Justicia y Paz que todos sus verdaderos hijos
anhelamos.
El Apóstol
Pablo en su segunda carta a los Tesalonicenses capitulo 2:2-4, nos habla de dos
señales contundentes, pero catastróficas, que tendrán que suceder, antes que
Jesús regrese a la tierra. La primera es la apostasía de la Iglesia, que es lo
que estamos viendo hoy en día en la mayoría de las Denominaciones, que están
comercializando el Evangelio, respaldados por la falsa doctrina de la
prosperidad que no proviene de Dios, sino de la soberbia de los hombres, les
encanta el liderazgo y son esclavos de su YO, y no conocen el ejemplo de
humildad que nos dio el Señor Jesús. Ellos lo único que anhelan es el éxito en
este mundo y el poder que da el dinero. Y la segunda señal de Pablo iluminado
por el Espíritu Santo, la más tremenda y terrible de todas, es el surgimiento
del inicuo, padre de toda mentira, el hijo de perdición, el último de los
Anticristos, que se disfrazara de cordero, Ap 13:11-18; y traerá una falsa paz
al mundo, que engañara a muchos, aun a los escogidos si fuere posible,.
Oremos sin
cesar para que el Señor nos santifique, nos ilumine y nos dé el poder para
desenmascarar y combatir a este inicuo, hijo de perdición, que muy pronto
surgirá. Pero el Señor Jesús el Cristo no abandonara a su Iglesia verdadera,
que primero que todo es Espiritual, orgánica, está viva, comienza dentro de
cada uno de nosotros, piedras vivas de su cuerpo, Pablo en su carta a los
Efesios nos dice que el Señor viene por una Iglesia Gloriosa, que no tuviese
manchas ni arrugas ni cosa semejante, sino que fuese santa, limpia y sin
mancha; Efesios 5:25-33; EL viene a tomarse a sí mismo, para que donde EL este,
nosotros también estemos, Juan 14:3.
El viene por
la novia, la esposa del Cordero diáfana como el cristal, de donde el Señor
levantara a sus Vencedores; y entonces será proclamado el Glorioso Evangelio
del Reino con el poder del Espíritu y después vendrá el fin; así está escrito
en Mateo 24:14; preparémonos guiados por el Espíritu Santo, llenos de su Luz
Divina y su poder a predicar el Glorioso Evangelio del Reino, sin temor ni
temblor.
Sabemos que
el Señor cumplirá su palabra revelada en el Apocalipsis, 7:1-17; 11:1-13; sus
verdaderos Testigos, los dos olivos y los dos candeleros, esta compañía de
guerreros profetizara por tres años y medio; manifestando los mismos poderes
que Dios les dio a Elías y Moisés. Entonces el mundo entero temblara. Se
avecinan tiempos de gran tribulación, preparémonos en santidad y arrepintámonos
de nuestros pecados, para que el Señor destruya nuestro hombre viejo; y el Hijo
Varón se manifieste en su cuerpo con poder, he iluminados por el Espíritu Santo
nos levantemos como un solo hombre y sigamos el camino de la Cruz. Oremos sin
cesar, como lo decía el Apóstol Pablo. CANTEMOS EL HIMNO NUEVO DE LOS
VENCEDORES QUE ENTONAN LOS 4 SERES VIVIENTES, Y LOS 24 ANCIANOS ALREDEDOR DEL
TRONO SIEMPRE ETERNO: Santo, Santo, Santo, es el Señor Dios todopoderoso, el
que era, el que es, y el que ha de venir, digno eres de tomar el libro y de
abrir sus sellos; porque tu fuisteis inmolado y con tu sangre nos has redimido
para Dios de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para
nuestro Dios Reyes y Sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. SI, VEN, SEÑOR
JESUS. EL VIENE.
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