Apocalipsis del Señor en el Espíritu

Apocalipsis del Señor en el Espíritu

Aprendiendo a andar en el ESPÍRITU.







Desde hace ya algún tiempo su Iglesia Gloriosa s deseado caminar en el ESPÍRITU, porque al leer varios pasajes en las Sagradas Escrituras encontramos pasajes como estos:
Apo 1:10  Yo fui en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz, como de trompeta,

Hch 6:3  Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes pongamos sobre este trabajo.
Hch 6:4  Y nosotros persistiremos en la oración, y en el ministerio de la palabra.

Hch 6:5  Y lo dicho agradó a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del Espíritu Santo, y a Felipe, y a Prócoro, y a Nicanor, y a Timón, y a Parmenas, y a Nicolás, un prosélito de Antioquía.
Hch 8:5  Entonces Felipe descendió a la ciudad de Samaria, y les predicaba a Cristo.

Hch 8:6  Y el pueblo, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, (oyendo y viendo los milagros que hacía.)

Hch 8:7  (Porque espíritus inmundos, dando grandes voces, salían de muchos poseídos;)
 (y muchos paralíticos y cojos eran sanados.)

Hch 8:8  Y había gran gozo en aquella ciudad.
Hch 8:9  Pero había un hombre llamado Simón, el cual había ejercido la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, diciéndose ser algún grande.
Hch 8:10  A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Éste es el gran poder de Dios.
Hch 8:11  Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas los había hechizado mucho tiempo.
Hch 8:12  Pero cuando creyeron a Felipe, que les predicaba acerca del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, fueron bautizados, así hombres como mujeres.
Hch 8:13  Entonces Simón mismo también creyó, y cuando fue bautizado, permaneció con Felipe,
 y viendo las maravillas y grandes milagros que se hacían, estaba atónito.

Hch 8:14  Y los apóstoles que estaban en Jerusalén, habiendo oído que Samaria había recibido la palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan;
Hch 8:15  quienes, habiendo descendido, oraron por ellos para que recibiesen el Espíritu Santo;
Hch 8:16  porque aún no había descendido sobre ninguno de ellos, sino que solamente habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Hch 8:17  Entonces les impusieron las manos, y recibieron el Espíritu Santo.
Hch 8:18  Y cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero,
Hch 8:19  diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos, reciba el Espíritu Santo.

Hch 8:20  Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se adquiere con dinero.

Hch 8:21  No tienes tú ni parte ni suerte en este asunto; porque tu corazón no es recto delante de Dios.
Hch 8:22  Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón.
Hch 8:23  Porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.
Hch 8:24  Respondiendo entonces Simón, dijo: Rogad vosotros por mí al Señor, que ninguna de estas cosas que habéis dicho, venga sobre mí.

Hch 8:25  Y ellos, habiendo testificado y predicado la palabra del Señor, se volvieron a Jerusalén, y en muchas aldeas de los samaritanos predicaron el evangelio.

Hch 8:26  Y el ángel del Señor habló a Felipe, diciendo: Levántate y ve hacia el sur, al camino que desciende de Jerusalén a Gaza, el cual es desierto.
Hch 8:27  Entonces él se levantó, y fue. Y he aquí un etíope, eunuco, hombre de gran autoridad bajo Candace reina de los etíopes, el cual estaba a cargo de todos sus tesoros, y había venido a Jerusalén para adorar,
Hch 8:28  regresaba, y sentado en su carro, leía el profeta Isaías.

Hch 8:29  Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a este carro.

Hch 8:30  Y corriendo Felipe hacia él, le oyó que leía el profeta Isaías, y le dijo: ¿Entiendes lo que lees?
Hch 8:31  Y dijo: ¿Cómo podré, a no ser que alguien me enseñe? Y rogó a Felipe que subiese y se sentase con él.
Hch 8:32  Y el lugar de la Escritura que leía era éste: Como oveja fue llevado al matadero; y como cordero mudo delante del trasquilador, así no abrió su boca.
Hch 8:33  En su humillación su juicio fue quitado: Mas su generación, ¿quién la contará? Porque es quitada de la tierra su vida.
Hch 8:34  Y respondiendo el eunuco a Felipe, dijo: Te ruego ¿de quién dice el profeta esto? ¿De sí mismo, o de algún otro?
Hch 8:35  Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta Escritura, le predicó el evangelio de Jesús.
Hch 8:36  Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua; y dijo el eunuco: He aquí agua; ¿qué impide que yo sea bautizado?
Hch 8:37  Y Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y él respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
Hch 8:38  Y mandó detener el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y le bautizó.

Hch 8:39  Y cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y el eunuco no le vio más, y gozoso, siguió su camino.
Hch 8:40  Pero Felipe se halló en Azoto; y pasando, predicaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea.

El Apóstol Juan dijo: Yo fui en el Espíritu; este es mi más profundo deseo, estar, caminar, actuar conforme al Espíritu me guie, y enseñe.

Los apóstoles dijeron que buscaran 7 varones llenos de fe y del Espíritu y fueron los buscaron, los encontraron y los llevaron a los apóstoles, o sea que es visible al hombre conocer o ver las personas que han recibido el Espíritu Santo.

A Felipe el Espíritu le dio una orden la cumplió y fue arrebatado, llevado, o transportado a otro lugar por el Espíritu.
Este hombre también hacia maravillas expulsando espíritus inmundos, sanando paralíticos, y muchas otras enfermedades.

Pero los que creyeron por medio de él no recibieron el Espíritu Santo.
Según las Sagradas Escrituras solo los Apóstoles tenían esta gran virtud.

Pero según las Sagradas Escrituras hay otras manera, o forma de recibir el Espíritu Santo, que las veremos a lo largo y ancho de este pasaje.

Pero antes de continuar tomemos la dirección divina Iluminados por el Espiritu veamos.
Jua 17:17  Santifícalos en tu verdad: Tu palabra es verdad.
Jua 17:18  Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo.
Jua 17:19  Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
Jua 17:20  Y no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos.
Jua 17:21  Para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
Jua 17:22  Y la gloria que me diste, yo les he dado; para que sean uno, como nosotros somos uno.
Jua 17:23  Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfeccionados en uno; y para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado como también a mí me has amado.

Según este pasaje todos somos Santificados en la verdad por medio del Señor Jesucristo y todos seremos uno, y uno con él, así que todos somos iguales, (No hay mejores)  ¿Por qué hay diferencia de personas en las diferentes congregaciones? Pensamos que hay una razón y se encuentra en el Evangelio según San Marcos veamos.



Mar 7:1  Entonces se juntaron a Él los fariseos, y ciertos de los escribas, que habían venido de Jerusalén.
Mar 7:2  Y cuando vieron a algunos de sus discípulos comer pan con manos inmundas, es decir, no lavadas, los condenaban.
Mar 7:3  Porque los fariseos y todos los judíos, guardando la tradición de los ancianos, si muchas veces no se lavan las manos, no comen.
Mar 7:4  Y volviendo del mercado, si no se lavan, no comen. Y muchas otras cosas hay que han recibido para guardar, como el lavar las copas, los jarros, los vasos de bronce, y las mesas.
Mar 7:5  Entonces los fariseos y los escribas le preguntaron: ¿Por qué tus discípulos no andan conforme a la tradición de los ancianos, sino que comen pan sin lavarse las manos?
Mar 7:6  Y respondiendo Él, les dijo: Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios me honra, pero su corazón lejos está de mí.
Mar 7:7  Pero en vano me honra, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.
Mar 7:8  Porque haciendo a un lado el mandamiento de Dios, os aferráis a la tradición de los hombres; el lavamiento de jarros, de copas; y hacéis muchas otras cosas semejantes.
Mar 7:9  Y les decía: Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición.
Mar 7:10  Porque Moisés dijo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldijere a su padre o a su madre, muera de muerte.
Mar 7:11  Pero vosotros decís: Si un hombre dice a su padre o a su madre: Es corbán (que quiere decir, mi ofrenda) todo aquello con que pudiera ayudarte; quedará libre,
Mar 7:12  y no le dejáis hacer más por su padre o por su madre,
Mar 7:13  invalidando la palabra de Dios por vuestra tradición que disteis. Y muchas cosas hacéis semejantes a éstas.

1Co 2:1  Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para predicaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras o de sabiduría.
1Co 2:2  Pues me propuse no saber otra cosa entre vosotros, sino a Jesucristo, y a Éste crucificado.
1Co 2:3  Y estuve con vosotros en flaqueza, y mucho temor y temblor;
1Co 2:4  y mi palabra y mi predicación no fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder;
1Co 2:5  para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Una muy buena y oportuna exhortación, para aprender a escuchar la voz Dios o su Santo Espíritu, que nos enseña con amor.

1Co 2:9  Antes, como está escrito: Ojo no ha visto, ni oído ha escuchado, ni han subido en corazón de hombre, las cosas que Dios ha preparado para los que le aman.

1Co 2:10  Pero Dios nos las reveló a nosotros por su Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios.

1Co 2:11  Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

1Co 2:12  Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado;

1Co 2:13  lo cual también hablamos, no con palabras que enseña la humana sabiduría, sino con las que enseña el Espíritu Santo, acomodando lo espiritual a lo espiritual.

1Co 2:14  Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura; y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente.
1Co 2:15  Pero el que es espiritual juzga todas las cosas; mas él no es juzgado por nadie.
1Co 2:16  Porque ¿quién conoció la mente del Señor, para que le instruyese? Más nosotros tenemos la mente de Cristo.

Nosotros en Cristo Jesús recibimos el Espíritu Santo, para ser enseñados por Él, está muy claro en las Escrituras; 1 Jn 2:27; aprendemos a acomodar los espiritual a lo espiritual, pero desafortunadamente por lo general el hombre busca que el hombre le enseñe y esa es la razón del caos que estamos viviendo, sectas y más sectas.
El hombre busca fuera de él
El hombre en si no sabe quién es, ni de dónde vino, y menos para donde va.
Pero decimos: Él mismo constituyo a unos Profetas, a otros Apóstoles, pastores y maestros.
Esto es real, pero estos hombres fueron enseñados por Dios mismo para perfeccionar a los Santos, para la obra que se les asigno.
Nos es difícil, aceptar que debemos ser enseñados por el Espíritu Santo.
Veamos algunos pasajes que nos orientan un poco más.

Rom 3:5  Y si nuestra injusticia encarece la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (Hablo como hombre.)
Rom 3:6  ¡En ninguna manera! De otro modo, ¿cómo juzgaría Dios al mundo?
Rom 3:7  Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para su gloria, ¿por qué aún soy juzgado como pecador?
Rom 3:8  ¿Y por qué no decir (como somos difamados, y algunos afirman que decimos): Hagamos males para que vengan bienes? La condenación de los cuales es justa.
Rom 3:9  ¿Qué, pues? ¿Somos mejores que ellos? En ninguna manera; porque ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.
Rom 3:10  Como está escrito: No hay justo, ni aun uno.
Rom 3:11  No hay quien entienda, no hay quien busque a Dios.
Rom 3:12  Todos se desviaron del camino, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.
Rom 3:13  Sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan, veneno de áspides hay debajo de sus labios;
Rom 3:14  cuya boca está llena de maldición y de amargura;
Rom 3:15  sus pies, prestos para derramar sangre;
Rom 3:16  destrucción y miseria hay en sus caminos;
Rom 3:17  y el camino de paz no han conocido.
Rom 3:18  No hay temor de Dios delante de sus ojos.

Pablo dice: Hablo como hombre.
También dice somos difamados, por hombres,
Esto nos da una pauta, de la diferencia de hablar en el Espíritu, o hablar como hombre.
En el Espíritu se habla Iluminados, con cordura, amor, paz, se trasmite felicidad, gozo, se edifica, para crecer espiritualmente, y como resultado la conciliación con el Señor y los hombres.

Pero como hombres, juzgamos, censuramos, criticamos, señalamos, difamamos, acusamos.

Observemos en el pasaje siguiente algo que marca la diferencia.

Rom 8:1  Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Rom 8:2  Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Rom 8:3  Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
Rom 8:4  para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Rom 8:5  Porque los que son de la carne, en las cosas de la carne piensan; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
Rom 8:6  Porque la mente carnal es muerte, pero la mente espiritual, vida y paz:
Rom 8:7  Porque la mente carnal es enemistad contra Dios; porque no se sujeta a la ley de Dios, ni tampoco puede.
Rom 8:8  Así que, los que están en la carne no pueden agradar a Dios.
Rom 8:9  Más vosotros no estáis en la carne, sino en el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él.

Esto muestra con mucha facilidad la diferencia de hombres espirituales y los hombres que viven según la carne.
Por esto les fue tan fácil encontrar los 7 discípulos llenos del Espíritu, por la enorme diferencia de unos a otros.
Es lamentable saber que muchas personas no saben que el Espíritu de Cristo mora en su interior, y algunas que lo saben obran de tal manera que parece que no supieran que el Señor mora en su corazón.
Bueno pero como dice la escritura si alguno no tiene el Espíritu de Él no es de Él, total los que no saben y los que saben pero obran según la carne no son de Él.
Porque las obras del Espíritu son.

Gál 5:22  Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
Gál 5:23  mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Gál 5:24  Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y concupiscencias.
Gál 5:25  Si vivimos en el Espíritu, andemos también en el Espíritu.


Rom 8:10  Y si Cristo está en vosotros,
El cuerpo a la verdad está muerto a causa del pecado,
Pero el Espíritu vive a causa de la justicia.

Rom 8:11  Y si el Espíritu de Aquél que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó a Cristo de entre los muertos, vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.

Rom 8:12  Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne.
Rom 8:13  Porque si vivís conforme a la carne, moriréis,
 más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.

Rom 8:14  Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.
Rom 8:15  Porque no habéis recibido el espíritu de servidumbre para estar otra vez en temor,
sino que habéis recibido el Espíritu de adopción, por el cual clamamos: Abba Padre.
Rom 8:16  El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.

Tenemos frente a nosotros mismos una lucha entre la carne y el Espíritu, lo cual deseamos vencer la carne, (Nuestro YO) para vivir una vida espiritual al máximo, pero pasamos por alto el versículo 13, que nos dice que tenemos un arma poderosa, para hacer morir las obras de la carne, y que somos nosotros quien las hacemos morir; claro con el Glorioso Poder del Espíritu Santo.
Pero puede surgir una duda sobre si tenemos, o no el Espíritu Santo veamos tres formas de recibir el Espíritu Santo, también algunas que encontramos en el Antiguo Testamento.
Luc 11:9  Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
Luc 11:10  Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
Luc 11:11  ¿Y quién de vosotros, siendo padre, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente?
Luc 11:12  ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?
Luc 11:13  Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,



¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

Hch 2:36  Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús que vosotros crucificasteis,
Dios le ha hecho Señor y Cristo.

Hch 2:37  Y al oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?

Hch 2:38  Entonces Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados;
y recibiréis el don del Espíritu Santo.

Hch 2:39  Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.

Hch 2:40  Y con otras muchas palabras testificaba y exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.

Efe 1:13  En el cual también confiasteis vosotros,
 Habiendo oído la palabra de verdad,
El evangelio de vuestra salvación;
En quien también, desde que creísteis,
 Fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,

De seguro se encuentran muchas formas de recibirlo, pero considero que con estas tres formas es suficiente para creer, pero veamos en el antiguo testamento también como se podía recibir el Espíritu Santo.
Núm 11:16  Entonces  el Señor dijo a Moisés: Júntame setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de la congregación, y esperen allí contigo.
Núm 11:17  Y yo descenderé y hablaré allí contigo; y tomaré del espíritu que está en ti, y lo pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo.

Estos hombres que recibieron el Glorioso Espíritu de Dios fueron uno en ese entonces para juzgar el pueblo.

Pro 1:22  ¿Hasta cuándo, oh simples, amaréis la simpleza, y los burladores desearán el burlar, y los insensatos aborrecerán el Conocimiento Revelado?
Pro 1:23  Volveos a mi reprensión: He aquí yo os derramaré mi espíritu, y os haré saber mis palabras.

Llamo Dios a su pueblo para darles su SANTO ESPÍRITU, para darles a conocer su Palabra, que es vida y vida eterna.

Eze 36:21  Pero he tenido compasión por causa de mi santo nombre,
 El cual profanó la casa de Israel entre las naciones adonde fueron.
Eze 36:22  Por tanto, di a la casa de Israel: Así dice el Señor: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las naciones adonde habéis llegado.
Eze 36:23  Y santificaré mi grande nombre, el cual fue profanado entre las naciones, el cual profanasteis vosotros en medio de ellas; y sabrán las naciones que yo soy, dice el Señor, cuando yo sea santificado en vosotros delante de sus ojos.
Eze 36:24  Y yo os tomaré de las naciones, y os reuniré de todas las tierras, y os traeré a vuestro país.
Eze 36:25  Y rociaré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré.
Eze 36:26  Y os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.
Eze 36:27  Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis mandamientos, y guardéis mis decretos y los pongáis por obra.
Se repite el llamado de DIOS al hombre para darles el ESPÍRITU SANTO CON EL MISMO FIN, pero allí les muestra lo que han hecho el peso de sus pecados.
Eze 36:28  Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres; y vosotros seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios.

Estas tres formas o maneras de recibir el Espíritu Santo la tuvo Israel, pero según las Sagradas Escrituras fueron pocos los que recibieron esta promesa, así hoy en día da pesar, dolor saberlo pero es así; Jesús dijo: “Muchos son los llamados, mas pocos los escogidos; Mt 20:16;”
Se dice que debemos ser santos para que el Glorioso ESPÍRITU SANTO more en nosotros de ser así no tendríamos que dar muerte al cuerpo del pecado por medio del…
Rom 8:13  Porque si vivís conforme a la carne, moriréis, más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
Si nuestro corazón estuviera limpio no tendríamos necesidad de llevar en cautiverio nuestro pensamiento a Dios.

2Co 10:3  Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;
2Co 10:4  porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;
2Co 10:5  derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y trayendo cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo;
2Co 10:6  y estando prestos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia fuere perfecta.

Si nos amaramos nosotros mismos, no sería necesario derramar el amor de Dios en nuestros corazones.

Rom 5:5  y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado.

Es lamentable saber que aún vivimos según la carne, pues actuamos conforme a ella, desconociendo que el Glorioso Espíritu del Señor fue enviado para que nos enseñe a arrepentirnos de nuestras maldades.


Hch 3:22  Porque Moisés en verdad dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará Profeta de vuestros hermanos, como yo; a Él oiréis en todas las cosas que os hablare.
Hch 3:23  Y será, que toda alma que no oyere a aquel Profeta, será desarraigada del pueblo.
Hch 3:24  Sí, y todos los profetas desde Samuel y en adelante, cuantos han hablado, también han predicho estos días.
Hch 3:25  Vosotros sois los hijos de los profetas, y del pacto que Dios hizo con nuestros padres, diciendo a Abraham: Y en tu simiente serán benditas todas las familias de la tierra.
Hch 3:26  A vosotros primeramente, Dios, habiendo resucitado a su Hijo Jesús, le envió para que os bendijese, al convertirse cada uno de su maldad.

También parece que ignoramos que El ESPÍRITU DE DIOS MORA EN NOSOTROS.

1Co 6:19  ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
1Co 6:20  Porque comprados sois por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

1Co 3:16  ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?

1Jn 3:1  Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él.
1Jn 3:2  Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando Él apareciere, seremos semejantes a Él, porque le veremos como Él es.
1Jn 3:3  Y cualquiera que tiene esta esperanza en Él, se purifica a sí mismo, así como Él es puro.
1Jn 3:4  Cualquiera que comete pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley.
1Jn 3:5  Y sabéis que Él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en Él.
1Jn 3:6  Todo aquel que permanece en Él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.
1Jn 3:7  Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia, es justo, como también Él es justo.

Gál 4:6  Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo a vuestros corazones, el cual clama: Abba, Padre.
2Co 13:5  Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿No os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que seáis reprobados?

¿Qué pasa entonces?
Por qué no vemos personas llenas del  ESPÍRITU SANTO

No vemos que se cumpla la palabra del Señor cuando dijo así:

Jua 14:6  Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
Jua 14:7  Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
Jua 14:8  Felipe le dijo: Señor, muéstranos al Padre, y nos basta.
Jua 14:9  Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y aún no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos al Padre?
Jua 14:10  ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo de mí mismo; sino que el Padre que mora en mí, Él hace las obras.
Jua 14:11  Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
Jua 14:12  De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, las obras que yo hago él también las hará;  y mayores que éstas hará, porque yo voy a mi Padre.
Jua 14:13  Y todo lo que pidiereis en mi nombre, esto haré; para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
Jua 14:14  Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.


En este tiempo se escucha decir que hay personas con el poder de sanar muchas enfermedades, y de seguro que lo pueden hacer, pues así está escrito, pero como son pocos en unas ciudades tan numerosas casi ni se nota.
Los dones que Dios ha dado a sus hijos, no se ven mucho dado a la inmensa población, y también que algunos engañadores, ponen velo de aturdimiento, para así oscurecer las hermosas dadivas de Dios.
Pero regresemos al inicio de este documento haciéndonos una pregunta.
¿Ha recibido usted el ESPÍRITU SANTO?
¿Ya ha dado muerte al ego o cuerpo del pecado, U OBRAS DE LA CARNE  por medio del ESPÍRITU SANTO?
¿Será capaz de andar en el ESPÍRITU después de recibir tal conocimiento?
Miremos muy bien lo que hacemos, no nos pase lo que dice Proverbios mejor veamos por nosotros mismos.
Pro 1:24  Porque llamé, y no quisisteis oír: Extendí mi mano, y no hubo quien atendiese;
Pro 1:25  antes desechasteis todo consejo mío, y mi reprensión no quisisteis:
Pro 1:26  También yo me reiré en vuestra calamidad, y me burlaré cuando os viniere lo que teméis;
Pro 1:27  cuando viniere como una destrucción lo que teméis, y vuestra calamidad llegare como un torbellino; cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.
Pro 1:28  Entonces me llamarán, y no responderé; me buscarán de mañana, y no me hallarán;
Pro 1:29  por cuanto aborrecieron la sabiduría, y no escogieron el temor de Altísimo Señor,
Pro 1:30  ni quisieron mi consejo, y menospreciaron toda reprensión mía:
Pro 1:31  Por tanto comerán del fruto de su camino, y serán hastiados de sus propios consejos.
Pro 1:32  Porque el descarrío de los ignorantes los matará, y la prosperidad de los necios los echará a perder.
Pro 1:33  Más el que me oyere, habitará confiadamente, y vivirá reposado, sin temor del mal.
Heb 10:15  Y el Espíritu Santo también nos da testimonio; porque después que había dicho:
Heb 10:16 Éste es el pacto que haré con ellos: Después de aquellos días, dice el Señor: Daré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré;
Heb 10:17  y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades.
Heb 10:18  Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado.
Heb 10:19  Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el lugar santísimo por la sangre de Jesús,
Heb 10:20  por el camino nuevo y vivo que Él nos consagró a través del velo, esto es, por su carne;
Heb 10:21  y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios,
Heb 10:22  acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
Heb 10:23  Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra fe; que fiel es el que prometió;
Heb 10:24  y considerémonos unos a otros para provocarnos al amor y a las buenas obras;
Heb 10:25  no dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.
Heb 10:26  Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por el pecado,
Heb 10:27  sino una horrenda expectación de juicio y hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
Heb 10:28  El que menospreciare la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere sin ninguna misericordia.
Heb 10:29  ¿De cuánto mayor castigo pensáis que será digno, el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
Heb 10:30  Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.
Heb 10:31  Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo.
Heb 10:32  Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sufristeis gran combate de aflicciones;
Heb 10:33  por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra parte fuisteis hechos compañeros de los que han estado en igual situación.
Heb 10:34  Y os compadecisteis de mí en mis cadenas, y el despojo de vuestros bienes padecisteis con gozo, sabiendo en vosotros que tenéis una mejor y perdurable sustancia en los cielos.
Heb 10:35  No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón;
Heb 10:36  porque la paciencia os es necesaria; para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
Heb 10:37  Porque aún un poco de tiempo, y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
Heb 10:38  Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma.
Heb 10:39  Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que creen para salvación del alma.



 

Todo lo que usted ha leído y de seguro creído solo es el entorno de lo que pueda apreciar en el siguiente versículo.

Heb 11:1  Ahora bien, la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.

Describa la frase (CERTEZA)
Y LUEGO BUSQUE EN SI MISMO/A
Que es lo que usted espera.

Luego describa la palabra
(CONVICCIÓN)
Y LUEGO AÑADALE
LO QUE NO SE VE.

FE


Al descifrar, o comprender este versículo usted toma como hecho ser TEMPLO DE ESPÍRITU SANTO

CASA DEL DIOS VIVO.
MORADA DE CRISTO.

El gozo, la felicidad embriagan su corazón,
Y vibran de emoción su alma su espíritu y todo su ser.
Al andar en el Espíritu, los sufrimiento dificultades y tormentos,
Parecen no existir.
Pablo preso cantaba.
Pedro ultrajado perseguido, predicaba.
Esteban maltratado ultrajado y moribundo perdonaba.

Entonces cuando creemos con absoluta certeza que el Espíritu Santo está en el corazón.
Él es quien nos enseña.
Nuestro Maestro.
Compañero, Consolador.
Él es en nosotros la vida,
Eterna.
El camino a Cristo,
Y Cristo a la Verdad,
Y la Verdad a la vida,
Y la Vida al Padre,
Que está en Cristo Jesús.
Para que también nosotros estemos en Cristo, y Cristo en el Padre,
Para así formar una unidad perfecta.
Dios los bendiga.


MARANATHA


Arcturo de Jesús
Siervos del Señor






Barranquilla, Sep 02/14





Salmo 117

Salmo 117